Llega el 17 de abril y tras una infinidad de años juntos, se escuchan campanas de no boda. Alto y claro repiquetean las campanas, dando las 12 del mediodía.
Y yo, como otra multitud de invitados corre a su puesto para verlos llegar. Hace más de dos años que se dieron el sí, quiero pero hoy al fin, usamos su escusa para poderlo festejar juntos.
Los abanicos de papel se mueven enérgicos, en ocasiones para tapar algún chismorreo o chascarrillo y otras, para disipar las lágrimas provocadas por el discurso del hermano del novio. Hoy, aún me sigo emocionando.
Arena de colores cae sobre tarros de cristal decorados con flores, un fugaz pero intenso beso da comienzo a la fiesta y empiezan los vítores, familiares y amigos en pie lanzando pétalos de rosa y los más pequeños sus burbujas de cristal.
Nos envuelven besos, risas y abrazos… hasta bien entrada la noche, juntos, tocamos las estrellas.
LIBRO DE FIRMAS
Un momento así, es para toda la vida y se merece recordarlo con cada página de este libro de firmas. Tus invitados tienen mucho que decir, porque ellos tienen las mejores anécdotas, recuerdos y deseos para apuntar entre tus páginas.
Sus tapas de madera, protegerán cada pensamiento que podréis releer una y otra vez, recordándoos que si algo fue excepcional, fue el hecho de todos los que allí estuvimos.
Algo tan sencillo y a la vez tan lleno de valor…